X


[ Pobierz całość w formacie PDF ]
.En los cuales negocios, aunque muchas veces se acordase de la cruel se�ora y fieramente fuese de amor traspasado ymucho desease volver a verla, fue de tanta constancia que durante siete a�os venció aquella batalla.Pero sucedió que, oyendoun d�a en Chipre cantar una canción que hac�a tiempo �l hab�a compuesto, en la que el amor que ten�a a su se�ora y ella a �l yel placer que de ella gozaba se contaba, pensando que no pod�a ser que ella le hubiera olvidado, en tanto deseo de volver averla se inflamó que, no pudiendo sufrirlo m�s, se dispuso a volver a Florencia.Y puestos en orden todos sus asuntos, se vino tan sólo con un sirviente suyo a Ancona, adonde habiendo llegado sus cosas,las mandó a Florencia a un amigo del ancon�s socio suyo, y �l ocultamente, como un peregrino que viniera del Santo Sepulcro,con su criado se vino detr�s; y llegados a Florencia, se fue a una posadita que dos hermanos ten�an cerca de la casa de suse�ora.Y donde primero fue no fue a otra parte sino a la puerta de su casa por verla si pod�a; pero vio las ventanas y laspuertas y todo cerrado, por lo que mucho temió que hubiera muerto o que se hubiese mudado de all�.Por lo que, muypensativo, se fue a la casa de sus hermanos, a quienes vio todos vestidos de negro, de lo que se maravilló mucho, y sabi�ndosetan cambiado en el vestido y la persona de lo que ser sol�a cuando se fue de all�, que no podr�a ser reconocido f�cilmente,confiadamente se acercó a un zapatero y le preguntó por qu� aqu�llos iban vestidos de negro.A lo que el zapatero respondió:-Van vestidos de negro porque no hace quince d�as que un hermano suyo que hac�a mucho tiempo que no estaba aqu�, queten�a por nombre Tedaldo, fue muerto; y me parece entender que han probado a la justicia que uno que tiene por nombre Aldobrandino Palermini, que est� preso, lo mató porque estaba enamorado de la mujer y hab�a vuelto disfrazado para estar conella.Maravillóse mucho Tedaldo de que tanto se le asemejase alguno que fuese tomado por �l y le dolió la desgracia deAldobrandin, y habiendo o�do que la se�ora estaba sana y salva, siendo ya de noche, lleno de diversos pensamientos, se volvióa la posada, y luego de que cenado hubo con su criado, en lo m�s alto de la casa fue puesto a dormir.All�, tanto por los muchospensamientos que le asaltaban como por la dureza de la cama y tal vez por la cena, que hab�a sido escasa, ya era medianoche ytodav�a Tedaldo no hab�a podido dormirse, por lo que, estando despierto, le pareció hacia la medianoche sentir que desde eltejado de la casa bajaba gente a la casa, y luego por las rendijas de la puerta de la c�mara vio hacia all� venir una luz.Por lo que, calladamente acerc�ndose a las rendijas, empezó a mirar qu� significaba aquello y vio a una joven muyhermosa tener en mano esta luz y venir haci a ella tres hombres, que hab�an bajado del tejado, y luego de hacerse algunasfiestas unos a otros, dijo uno de ellos a la joven:-Ya podemos, Dios sea loado, estar seguros, porque sabemos ciertamente que la muerte de Tedaldo Elisei ha sidoachacada por sus hermanos a Aldobrand�n Palermini, y �l ha confesado y ya est� escrita la sentencia, pero debemos seguircallando porque si alguna vez se sabe que hemos sido nosotros estaremos en el mismo peligro que est� Aldobrandino.Y dicho esto, con la mujer, que muy contenta se mostró con esto, bajaron y se fueron a dormir.Tedaldo, o�do esto, empezó a considerar cu�ntos y cu�les eran los errores en que pod�a caer la mente de los hombres,pensando primero en sus hermanos, que a un extra�o hab�an llorado y sepultado en su lugar, y luego acusado a un inocente porfalsas sospechas, y con testigos no verdaderos haberlo llevado a la muerte, y adem�s de ello en la severidad ciega de las leyes yde sus rectores, los cuales muchas veces, como sol�citos investigadores de la verdad, con crueldades hacen probar lo falso y sellaman ministros de la justicia y de Dios cuando son ejecutores de la iniquidad y del diablo.Despu�s de esto, a la salvación deAldobrandino dirigió sus pensamientos y consideró consigo mismo lo que deb�a hacer [ Pobierz całość w formacie PDF ]

  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • sp2wlawowo.keep.pl

  • Drogi użytkowniku!

    W trosce o komfort korzystania z naszego serwisu chcemy dostarczać Ci coraz lepsze usługi. By móc to robić prosimy, abyś wyraził zgodę na dopasowanie treści marketingowych do Twoich zachowań w serwisie. Zgoda ta pozwoli nam częściowo finansować rozwój świadczonych usług.

    Pamiętaj, że dbamy o Twoją prywatność. Nie zwiększamy zakresu naszych uprawnień bez Twojej zgody. Zadbamy również o bezpieczeństwo Twoich danych. Wyrażoną zgodę możesz cofnąć w każdej chwili.

     Tak, zgadzam się na nadanie mi "cookie" i korzystanie z danych przez Administratora Serwisu i jego partnerów w celu dopasowania treści do moich potrzeb. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

     Tak, zgadzam się na przetwarzanie moich danych osobowych przez Administratora Serwisu i jego partnerów w celu personalizowania wyświetlanych mi reklam i dostosowania do mnie prezentowanych treści marketingowych. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

    Wyrażenie powyższych zgód jest dobrowolne i możesz je w dowolnym momencie wycofać poprzez opcję: "Twoje zgody", dostępnej w prawym, dolnym rogu strony lub poprzez usunięcie "cookies" w swojej przeglądarce dla powyżej strony, z tym, że wycofanie zgody nie będzie miało wpływu na zgodność z prawem przetwarzania na podstawie zgody, przed jej wycofaniem.