[ Pobierz całość w formacie PDF ]
.Pues los hombres, en general, juzgan más con los ojos que con las manos, porque todospueden ver, pero pocos tocar.Todos ven lo que pareces ser, mas pocos saben lo que eres;y estos pocos no se atreven a oponerse a la opinión de la mayoría, que se escuda detrásde la majestad del Estado.Y en las acciones de los hombres, y particularmente de lospríncipes, donde no hay apelación posible, se atiende a los resultados.Trate, pues, unpríncipe de vencer y conserver el Estado, que los medios siempre serán honorables yloados por todos; porque cl vulgo se deja engañar por las apariencias y por el éxito; y enel mundo sólo hay vulgo, ya que las minorías no cuentan sino cuando las mayorias notienen donde apoyarse.Un príncipe de estos tiempos, a quien no es oportuno nombrar,jamás predica otra cosa que concordia y buena fe; y es enernigo acérrimo de ambas, yaque, si las hubiese observado, habría perdido más de una vez la fama y las tierras.Capitulo XIXDE QUE MODO DEBE EVITARSESER DESPRECIADO Y ODIADOComo de entre las cualidades mencionadas ya hablé de las mis importantes, quieroahora, bajo este titulo general, referirme brevemente a las otras.Trate el príncipe de huirde las cosas que lo hagan odioso o despreciable, y una vez logrado, habrá cumplido consu deber y no tendrá nada que temer de los otros vicios.Hace odioso, sobre todo, comoya he dicho antes, el ser expoliador y el apoderarse de los bienes y de las mujeres de lossúbditos, de todo lo cual convendrá abstenerse.Porque la mayoría de los hornbres,mientras no se ven privados de sus bienes y de su honor, viven contentos; y el príncipequeda libre para combatir la ambición de los menos que puede cortar fácilmente y de milmaneras distintas.Hace despreciable el ser considerado voluble, frívolo, afeminado,pusilánime e irresoluto, defectos de los cuales debe alejarse como una nave de unescollo, e ingeniarse para que en sus actos se reconozca grandeza, valentía, seriedad yfuerza.Y con respecto a los asuntos privados de los súbditos, debe procurar que susfallos sean irrevocables y empeñarse en adquirir tal autoridad que nadie piense enengañarlo ni envolverlo con intrigas.El príncipe que conquista semejante autoridad es siempre respetado, puesdifícilmente se conspira contra quien, por ser respetado, tiene necesariamente ser buenoy querido por los suyos.Y un príncipe debe temer dos cosas: en el interior, que se lesubleven los súbditos; en el exterior, que le ataquen.Las potencias extranjeras.De éstasse, defenderá con buenas armas y buenas alianzas, y siempre tendrá buenas alianzas elque tenga buenas armas, así como siempre en el interior estarán seguras las cosas cuandolo estén on el exterior, a menos que no hubiesen sido previamente perturbadas por unaconspiración.Y aun cuando los enemigos de afuera amenazasen, si ha vivido como heaconscejado y no pierda la presencia de espíritu resistirá todos los ataques, como heaconsejado que hizo el espartano Nabis.En lo que se refiere a los súbditos, y a pesar deque no exista amenaza extranjera alguna, ha de cuidar que no conspiren secretamente;pero de este peligro puede asegurarse evitando que lo odien o lo desprecien y, como yaantes he repetido, empeñandose por todos los medios en tener satisfecho al pueblo.Porque el no ser odiado por el pueblo es uno de los remedios más eficaces de quedispone un príncipe contra las conjuraciones.El conspirador siempre cree que el puebloquedará contento con la muerte del príncipe, y jamás, si sospecha que se producirá elefecto contrario, se decide a tomar semejante partido, pues son infinitos los peligros quecorre el que conspira.La experiencia nos demuestra que hubo muchísimasconspiraciones y que muy pocas tuvieron éxito.Porque el que conspira no puede obrarsolo ni buscar la complicidad de los que no cree descontentos; y no hay descontento queno se regocije en cuanto le hayas confesado tus propósitos, porque de la revelación de tusecreto puede esperar toda clase de beneficios; es preciso que, sea muy amigo tuyo oenconado enemigo del príncipe para que, al hallar en una parte ganancias seguras y en laotra dudosas y llenas de peligro, te sea, leal.Y para reducir el problema a, sus últimostérminos, declaro que de parte del conspirador sólo hay recelos, sospechas y temor alcastigo, mientras que el príncipe cuenta con la majestad del príncipado, con las leyes ycon la ayuda de los amigos, de tal manera que, si se ha granjeado la simpatía popular, esimposible que haya alguien que sea tan temerario como para conspirar.Pues si unconspirador está por lo común rodeado de peligros antes de consumar el hecho, lo estaráaún más después de ejecutarlo, porque no encontrará amparo en ninguna parte.Sobre este particular podrían citarse innumerables ejemplos; pero me daré porsatisfecho con mencionar uno que pertenece a la época de nuestros padres.Micer AníbalBentivoglio, abuelo del actual micer Aníbal, que era príncipe de Bolonia, fue asesinadopor los Canneschi, que se había conjurado contra él, no quedando de los suyos más quemicer Juan, que era una criatura.Inmediatamente después de somejante crimen sosublevó el pueblo y exterminó a todos los Canneschi.Esto nace de la simpatia, popularque la casa de los Bentivoglio tenía en aquellos tiempos, y que fue tan grande que, noquedando de ella nadie en Bolonia que pudiese, muerto Aníbal, regir el Estado, yhabiendo inicios de que en Florencia existía un descendiente de los Bentivoglio, que seconsideraba hasta entonces hijo de cerrajero, vinieron los boloñeses en su busca aFlorencia y le entregaron el gobierno de aquella ciudad la que fue gobernada por él hastaque micer Juan hubo llegado a una edad adecuada par asumir el mando.Llego, pues, a la conclusión de que un príncipe, cuando es apreciado por el pueblo,debe cuidarse muy poco de las conspiraciones; pero que debe temer todo y a todoscuando lo tienen por enemigo y es aborrecido por él.Los Estados bien organizados y lospríncipes sabios siempre han procurado no exasperar a los nobles y, a la vez, tenersatisfecho y contento al pueblo.Es éste uno de los puntos a que más debe atender unpríncipe
[ Pobierz całość w formacie PDF ]